Por Alex Mariscal
Algo inusual ocurre a las 4 de la tarde de hoy
viernes 11 de octubre en la ruta del metro, Estación de Albrook. Se arma un
cuadrilátero: cables, cámaras, bocinas y un rectángulo de linóleo negro sobre
el piso. Los transeúntes, curiosos, detienen su paso y husmean, se arriman,
esperan, pese al calor y la estridente sinfonía férrea del tren. Y lo que ha de
suceder sucede: entra al tinglado una joven menuda, Hemda Ben Zvi, entrenada desde su temprana
adolescencia en el circo, y luego Amir Guetta, con doce años de experiencia en capoeira.
Apenas iniciado el encuentro,
la lucha se torna agresiva. En medio de flirteos de piruetas acrobáticas y
katas muy complejas, o de secuencias de saltos mortales, los púgiles comienzan a tener contactos,
empellones, golpes, y caídas. A veces ella parece estar gravemente herida, y el
público lo cree. Entonces, sorpresivamente, ella se levanta y se mofa de él
mostrando su superioridad; el público ríe y aplaude a la astuta clown. Así alternan, con pausas para
secarse el sudor, secuencias breves de baile, ataques de capoeira, saltos
mortales, caídas, una que otra payasada
(ambos son clowns). Parte del humor
radica en que la ejecutante femenina es quien hace todas las cargadas, lo cual
también es un abatimiento de estereotipos.
El público aplaude entusiasta y vuelve a los rieles rutinarios de la vida.
Seguramente van pensando qué hacen en el la vía del metro dos israelíes.
Algunos hallan respuesta al leer las notas de programa. Son la compañía AMIR
& HEMDA, invitados a intervenir su cotidianidad por el octavo Festival
Internacional de Danza Contemporánea, PRISMA, 2019.
Con fotos de Eduard Serra
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